Remedios caseros para talones agrietados y durezas


La piel de nuestros talones es sin duda una de las más castigadas, ya que entre otras cosas, está en constante fricción con los zapatos o el suelo, además de estar soportando todo el peso de nuestro cuerpo. Cuando la exponemos además a la acción de agentes como el frío, el calor o el viento, la piel acaba estropeándose.

Además de los agentes externos, enfermedades como la diabetes o la obesidad pueden provocar la aparición de talones agrietados, un problema muy común tanto en hombres como en mujeres cuya solución es tan sencilla como aplicarnos diariamente cremas caseras que hidraten esta maltratada zona de nuestro cuerpo.

En el artículo de hoy vamos a ampliar nuestra lista de remedios contra los talones agrietados con las siguientes soluciones naturales. No dejes de probarlas:

Cómo curar los talones agrietados

Aceite de coco

Como ya descubrimos anteriormente, el coco es un alimento muy beneficioso para nuestra salud, con el cual podemos desde preparar un sencillo blanqueante natural para dientes, hasta una mascarilla hidratante para pieles secas o aliviar el dolor de pies entre otros.

Al ser un alimento con propiedades humectantes, su uso en la reparación de talones agrietados es muy eficaz y altamente recomendado, ya que además de hidratar nuestra piel , es capaz de nutrir y fortalecer el tejido subcutáneo en profundidad, mejorando así el estado de nuestros pies de manera considerable.

Para beneficiarnos de sus propiedades lo único que necesitamos es masajear todas las noches nuestros pies con aceite de coco durante al menos un par de minutos. Sencillo y efectivo.

Ungüento de papaya

La papaya es una fruta tropical que nos ayuda a combatir los talones agrietados gracias a sus propiedades hidratantes y reparadoras de los tejidos cutáneos. Aun si nuestros talones están muy deteriorados, la papaya puede ayudarnos a sanarlos y devolver la suavidad a nuestros talones.

Trituramos un trozo de papaya con ayuda de un tenedor y nos aplicamos la pasta resultante en la zona a tratar, dejándola actuar durante quince o veinte minutos. Pasados esos minutos retiramos con agua tibia.

Baño y exfoliación con piedra pómez

Cada noche, mientras descansamos en el sofá o sillón antes de irnos a dormir, metemos los pies en un recipiente con agua caliente durante al menos quince minutos. Pasado ese tiempo, y sin tocar las zonas agrietadas de nuestro talón, nos frotamos las durezas con piedra pómez para eliminar las células muertas y dejar paso a la piel suave que queda debajo. Seguidamente nos enjugamos los pies, nos aplicamos crema hidratante y nos acostamos.

Un sencillo hábito que no consume tiempo y que además de ayudarnos a mejorar el aspecto y salud de nuestros pies, favorecerá su descanso después de un duro día.

Publicar un comentario

0 Comentarios