Cremas antisépticas para desinfectar heridas y acelerar su curación


Las cremas antisépticas son soluciones caseras ideales para desinfectar las heridas, acelerar su curación y evitar una mala cicatrización de las mismas. Tres beneficios en uno que podemos obtener de forma sencilla, económica y completamente natural.

Las cremas que vamos a aprender a elaborar sólo contienen ingredientes naturales que aúnan propiedades antisépticas, antiinflamatorias y calmantes, lo que nos ayudará a mejorar tanto la curación como la cicatrización de heridas y quemaduras. Son muy fáciles de preparar y muy eficaces, por lo que seguro que cuando las pruebes no quieres volver a usar otra pomada. Presta atención a las siguientes recetas y ponlas en práctica:

Cómo desinfectar y acelerar la cicatrización de heridas

Crema antiséptica de aceites esenciales y cera de abeja

La combinación de aceites esenciales de propiedades antivirales, antifúngicas y calmantes, como el de limón o árbol de té, junto con la cera de abeja y sus grandes propiedades antisépticas y antibacterianas resulta de gran ayuda a la hora de desinfectar las heridas y acelerar su curación de forma sorprendente.

Cómo prepararla:

- Vierte en un recipiente 3 cucharadas de cera de abeja rallada. Deja que se funda a fuego lento y añade 10 gotas de aceite esencial de limón o tras 10 de aceite esencial de lavanda.

- Cuando esté derretida retira del fuego, añade media cucharada de aceite de árbol de té y un vaso de aceite de oliva. Mezcla todo con una cuchara de madera y vierte el contenido en un frasco de vidrio bien limpio.

Conserva en lugar fresco y seco y úsala cada vez que necesites. Dura entre 3 y 6 meses sin problemas.

Crema antiséptica casera de caléndula

La caléndula es una hierba con grandes propiedades antisépticas, antiinflamatorias y cicatrizantes. Una planta que resulta de gran ayuda para tratar todo tipo de problemas cutáneos así como curar heridas y desinflamar músculos y articulaciones.


Cómo elaborarla:

- Pon a macerar en aceite de oliva 3-4 puñados de hojas de caléndula (fresca o seca) durante un mes y medio en un frasco de vidrio y en un lugar oscuro.

- Pasado ese tiempo cuela las hojas y coloca el aceite en un recipiente donde lo calentaremos al baño maría. Incorpora 2 cucharadas de cera de abeja rallada y deja que se derrita. Remueve con ayuda de una cuchara de madera.


- Una vez la cera se haya derretido y mezclado con el aceite vierte el contenido en un frasco de vidrio y consérvalo en un lugar fresco y oscuro.

Usa la crema cada vez que necesites. Puede durar hasta 6 meses sin problemas.

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