Remedios caseros para los cortes en la piel

Trabajar en la cocina suele ser una tarea gratificante para muchos, pero también conlleva sus pequeños riesgos, como las quemaduras, para las que ya aprendimos algunos remedios en artículos anteriores, y los cortes, que es el tema que vamos a tratar hoy.

La primera regla que debemos tener en la cocina es la prudencia. Prudencia para no intentar cortar la carne como lo hace el carnicero de nuestro barrio, aunque sepamos que podemos hacerlo igual de rápido y bien. Mejor dedicarle un par de minutos más a cortar los alimentos que a curarnos una herida. Igualmente importante es tener nuestra atención puesta en lo que estamos cortando, la televisión o la radio pueden estar para amenizar, pero nunca para distraernos de nuestra tarea. Si está saliendo algo que nos interesa, suelta el cuchillo y continúa luego.

Si ya es tarde para prevenir, y el corte ya nos lo hemos hecho, estos remedios caseros pueden ayudarte:

- Pie de león: Una planta con excelentes propiedades curativas. Para tratar los cortes procederemos de la siguiente manera:

- Lavamos unas hojas de pie de león, las aplastamos con un rodillo hasta que quede una pasta y seguidamente la aplicamos directamente sobre las heridas. Esto nos ayudará a cicatrizar y aliviar el escozor.

- Llantén menor (siete venas): Dependiendo de la región en la que nos encontremos, esta planta puede ser conocida como llantén menor o siete venas. El modo de proceder es idéntico al anterior: lavar las hojas, machacarlas con un rodillo o mortero y aplicar la pasta resultante sobre la herida.

- Amargo sueco: Esta solución está especialmente indicada para la cicatrización perfecta de las heridas. Simplemente basta con aplicar unas gotas de extracto de amargo sueco sobre la herida, cinco veces al día durante tres o seis días (dependiendo del grado del corte). El corte cicatrizará de manera perfecta y no dejará marca.


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