Por muy programadas que tengamos unas vacaciones o un simple paseo por el campo, siempre pueden aparecer contratiempos, como la picadura de insectos. Lo peor de esto es que, en la mayoría de los casos, nos acordamos de que hemos olvidado la crema en casa cuando ya nos ha picado la avispa o abeja. ¿Y qué podemos hacer entonces? Recurrir a los remedios caseros...
En primer lugar lo que debemos hacer es sacarnos el aguijón de la piel -esto sólo es necesario en las picaduras de abejas, ya que las avispas no lo dejan clavado-. Para ello podemos ayudarnos con la uña; haciendo presión bajo el aguijón saldrá con facilidad. Seguidamente nos lavamos la zona con abundante agua, para eliminar cualquier resto de suciedad que haya podido traer consigo el insecto.
- Si llevamos hielo, podemos frotarlo directamente sobre la picadura. Con esto evitaremos que la hinchazón siga aumentando y el veneno se extienda.
- Si por casualidad hemos llevado bicarbonato sódico, podemos agregarle unas gotas de agua y remover hasta formar una pasta, que nos aplicaremos directamente sobre la zona afectada.
- Si no llevamos nada, la única opción que nos queda es la del barro, o tierra arcillosa. Antes de nada debemos cerciorarnos de que se encuentra limpia -si hay un río cerca, la mejor opción es coger la arena de la orilla-. Mezclamos con un poco de agua y nos colocamos la pasta arcillosa directamente sobre la piel.
Hay personas a las que las picaduras de estos insectos les produce una reacción alérgica. En estos casos, debemos trasladarla rápidamente a un centro médico o llamar a los servicios sanitarios, ya que el tiempo siempre corre en su contra.
Entre los síntomas que acompañan a estas reacciones, encontramos los siguientes: vómitos, mareos, respiración entrecortada y urticaria o piel hinchada -en zonas donde no se ha producido la picadura-.
Actuar con rapidez puede servir para salvar una vida. ¡No lo dudes!
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- Remedios caseros -
- Si llevamos hielo, podemos frotarlo directamente sobre la picadura. Con esto evitaremos que la hinchazón siga aumentando y el veneno se extienda.
- Si por casualidad hemos llevado bicarbonato sódico, podemos agregarle unas gotas de agua y remover hasta formar una pasta, que nos aplicaremos directamente sobre la zona afectada.
- Si no llevamos nada, la única opción que nos queda es la del barro, o tierra arcillosa. Antes de nada debemos cerciorarnos de que se encuentra limpia -si hay un río cerca, la mejor opción es coger la arena de la orilla-. Mezclamos con un poco de agua y nos colocamos la pasta arcillosa directamente sobre la piel.
- Información importante -
Hay personas a las que las picaduras de estos insectos les produce una reacción alérgica. En estos casos, debemos trasladarla rápidamente a un centro médico o llamar a los servicios sanitarios, ya que el tiempo siempre corre en su contra.
Entre los síntomas que acompañan a estas reacciones, encontramos los siguientes: vómitos, mareos, respiración entrecortada y urticaria o piel hinchada -en zonas donde no se ha producido la picadura-.
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