Cuando se acerca el frío nuestra piel es la primera que lo padece, estropeándose y en muchos casos incluso agrietándose, con el consecuente dolor que suele acompañar a esos problemas. En estos momentos más que nunca, se hace indispensable proteger nuestra piel y mantenerla sana e hidratada. Para ello una de las mejores opciones como siempre, son las mascarillas caseras.
Hace unas semanas ya vimos cómo preparar una mascarilla regenerativa a base albaricoque y aguacate. Hoy vamos a aprender a realizar una para pieles estropeadas, haciendo especial hincapié en su hidratación y regeneración celular. Para ello emplearemos entre otras cosas, aloe vera y clara de huevo, excelente reafirmante natural.
- ¿Qué necesitamos? -
- Pulpa de aloe vera
- Una clara de huevo
- Harina de avena
- Aceite esencial de lavanda (opcional)
- Extraemos la pulpa de una hoja de aloe vera y la machacamos. Una vez esté ya triturada, vertemos dos cucharadas de pulpa en un recipiente, al que añadimos la clara del huevo y la harina de avena.
- Removemos hasta formar una pasta homógenea, y añadimos el aceite esencial -si es que lo tenemos-, y volvimos a remover unas cuantas veces más, hasta que quede todo bien mezclado.
- Con la ayuda de un pincel repartimos la mezcla por toda la cara, hasta quedar toda bien cubierta -si alguien nos puede ayudar, mucho mejor-. Si no tenemos pincel, podemos hacerlo con los propios dedos, aunque es mucho más cómoda la otra opción.
- Dejamos actuar durante veinte o veinticinco minutos, y posteriormente retiramos con agua tibia. Podemos ayudarnos con una esponjita.
Después de su aplicación notaremos la piel tirante, eso es debido al poder reafirmante que tiene la clara del huevo, como ya mencionamos anteriormente. El uso de esta mascarilla dos veces por semana es muy recomendable, y los beneficios que nos aporta son bastante notables.
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Hace unas semanas ya vimos cómo preparar una mascarilla regenerativa a base albaricoque y aguacate. Hoy vamos a aprender a realizar una para pieles estropeadas, haciendo especial hincapié en su hidratación y regeneración celular. Para ello emplearemos entre otras cosas, aloe vera y clara de huevo, excelente reafirmante natural.
- ¿Qué necesitamos? -- Pulpa de aloe vera
- Una clara de huevo
- Harina de avena
- Aceite esencial de lavanda (opcional)
- Preparación -
- Extraemos la pulpa de una hoja de aloe vera y la machacamos. Una vez esté ya triturada, vertemos dos cucharadas de pulpa en un recipiente, al que añadimos la clara del huevo y la harina de avena.
- Removemos hasta formar una pasta homógenea, y añadimos el aceite esencial -si es que lo tenemos-, y volvimos a remover unas cuantas veces más, hasta que quede todo bien mezclado.
- Aplicación -
- Con la ayuda de un pincel repartimos la mezcla por toda la cara, hasta quedar toda bien cubierta -si alguien nos puede ayudar, mucho mejor-. Si no tenemos pincel, podemos hacerlo con los propios dedos, aunque es mucho más cómoda la otra opción.
- Dejamos actuar durante veinte o veinticinco minutos, y posteriormente retiramos con agua tibia. Podemos ayudarnos con una esponjita.
Después de su aplicación notaremos la piel tirante, eso es debido al poder reafirmante que tiene la clara del huevo, como ya mencionamos anteriormente. El uso de esta mascarilla dos veces por semana es muy recomendable, y los beneficios que nos aporta son bastante notables.
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