La alimentación en la tercera edad

Los hábitos alimenticios no pueden ser los mismos en niños, adultos o personas mayores. Cada una de estas etapas de nuestra vida se caracteriza por tener unas necesidades básicas específicas. Así por ejemplo, no podemos pretender comer lo mismo en nuestra etapa de crecimiento que con sesenta años. 

Disminuir el consumo de sal, aumentar el aporte protéico o beber dos litros de agua al día son algunas de las recomendaciones que debemos seguir para mejorar nuestra salud y fortaleza en edades más avanzadas. 

También debemos tener en cuenta las dificultades que encuentran muchas personas mayores para masticar alimentos, ya que carecen de algunos dientes y/o los que tienen no son tan fuertes como en etapas anteriores, por eso es importante cambiar la forma de preparar nuestros platos: cremas de verduras, de frutas, carne picada en vez de filetes, etcétera. 

En el siguiente vídeo aprenderemos algunos consejos más con la ayuda de una experta de la Fundación Española del Corazón. ¡No debes perdértelo!


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