En muchas ocasiones, cuando nos caemos o nos golpeamos con algo, suele aparecernos un hematoma, que no es más que una acumulación de sangre provocada por la rotura de vasos capilares. Además suele venir acompañado por dolor e inflamación, por lo que se convierte en una zona muy sensible a cualquier roce.
En el artículo de hoy vamos a aprender algunos remedios caseros que nos van a ayudar a prevenir la inflamación y la aparición del hematoma. En los casos de grandes golpes, no podremos evitar que aparezca el cardenal, pero si que contribuiremos a calmar el dolor y rebajar la hinchazón.
- Remedios caseros -
- Hielo: El más conocido y utilizado. Consiste en aplicar hielo (envuelto en un paño) directamente sobre la zona en la que hemos recibido el golpe. Con esto evitamos la dilatación de los capilares, por lo que podemos contribuir a que no aparezca el hematoma, o al menos a que su tamaño sea menor, además de evitar la inflamación y actuar como anestesia, calmando el dolor.
- Aloe Vera: Aplicarnos una cataplasma a base de pulpa de aloe directamente sobre la zona afectada. El aloe es un excelente regenerador y antiinflamatorio que nos ayudará a evitar el dolor y sanar antes el hematoma.
- Infusión de árnica: La árnica es una planta con grandes propiedades antiinfecciosas y neutralizadora del dolor. Hervimos agua en un recipiente, añadimos unas hojas de árnica y dejamos en ebullición durante cinco o diez minutos. Pasado ese tiempo, colamos la infusión con un paño (para que las hojas queden en él) y lo ponemos en la zona afectada hasta que comience a enfriarse, que retiraremos.
Las hojas de esta planta las podemos comprar en en farmacias y herboristerías.
- Infusión de anís: Se prepara igual que la infusión anterior, y es una alternativa si no tenemos árnica en casa.
- Vinagre de manzana: Hervimos tres cucharadas de vinagre de manzana en medio litro de agua. Luego empapamos una compresa en la infusión resultante, y la aplicamos sobre la zona afectada, dejando actuar durante 15 minutos.
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- Remedios caseros -
- Hielo: El más conocido y utilizado. Consiste en aplicar hielo (envuelto en un paño) directamente sobre la zona en la que hemos recibido el golpe. Con esto evitamos la dilatación de los capilares, por lo que podemos contribuir a que no aparezca el hematoma, o al menos a que su tamaño sea menor, además de evitar la inflamación y actuar como anestesia, calmando el dolor.
- Aloe Vera: Aplicarnos una cataplasma a base de pulpa de aloe directamente sobre la zona afectada. El aloe es un excelente regenerador y antiinflamatorio que nos ayudará a evitar el dolor y sanar antes el hematoma.
- Infusión de árnica: La árnica es una planta con grandes propiedades antiinfecciosas y neutralizadora del dolor. Hervimos agua en un recipiente, añadimos unas hojas de árnica y dejamos en ebullición durante cinco o diez minutos. Pasado ese tiempo, colamos la infusión con un paño (para que las hojas queden en él) y lo ponemos en la zona afectada hasta que comience a enfriarse, que retiraremos.
Las hojas de esta planta las podemos comprar en en farmacias y herboristerías.
- Infusión de anís: Se prepara igual que la infusión anterior, y es una alternativa si no tenemos árnica en casa.
- Vinagre de manzana: Hervimos tres cucharadas de vinagre de manzana en medio litro de agua. Luego empapamos una compresa en la infusión resultante, y la aplicamos sobre la zona afectada, dejando actuar durante 15 minutos.
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